La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una herramienta concreta dentro del mundo de la salud.Entrevistamos al Dr. Ignacio Pérez, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de losAndes, quien nos explica que sus beneficios ya son palpables: diagnósticos más rápidos, mejor gestión del tiempo clínico, y mayor acceso para millones de pacientes. Sin embargo, su implementación no está exenta de desafíos éticos, regulatorios y técnicos. El equilibrio entre innovación y responsabilidad será clave en los próximos años. En un sistema de salud presionado por la demanda, la IA no viene a reemplazar al médico, sino a potenciar su labor. Y si se utiliza con criterio, puede ser una de las grande saliadas para construir una atención más equitativa, eficiente y humana.
PATRICIA BIZZARRI L.
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