EDITORIAL

POR LO QUE NOS ENTREGÓ

En este número de la revista Apóstol en Familia despedimos a nuestra gran colaboradora
y amiga Verónica Zepeda de Escudero.

Ella ocupó diversos cargos de responsabilidad en la Rama de Familias de Schoenstatt,
además, en la revista fue un puntal fundamental. Nos regaló, con gran humildad y des-
prendimiento, su tiempo, su vínculo y pasión por la revista Apóstol en Familia. Ella estaba
absolutamente convencida de su valor. Incluso en los momentos en que sufrimos por el
financiamiento y la falta de avisos, ella siempre estaba ahí con un discurso claro, que la
labor de la revista era conquistar los corazones de las familias para que fueran más uni-
das, más comunicativas, más respetuosas de los estilos de cada miembro, más fieles a la
Sagrada Familia. Siempre nos impulsó a seguir trabajando en ella, por la importancia del
mensaje que transmite la revista Apóstol en Familia.

Pero, ella no solo nos regaló su fidelidad con esta revista, sino que además nos regaló su
sonrisa, su alegría, su amistad. Verónica, nunca dejó de estar junto a todos los que colabo-
ramos en ella. Siempre contenta, siempre preocupada de lo que nos estuviera ocurriendo
a cada uno de nosotros, siempre atenta a nuestros pesares, fue un puntal que nos dio áni-
mo y esperanzas. Con mucha humildad al final nos traspasaba esa tranquilidad de espíritu
y esa sensación de que siempre estaba muy cercana del Señor y de la Mater.
Con la esperanza de volver a encontrarnos junto al Señor nos despedimos de ti, por ahora.
Gracias Vero por tu apoyo incondicional. Siempre estaremos agradecidos de haberte co-
nocido y sobre todo, por tu amistad.