Ana María Stuven

“ENTRÉ A LA CÁRCEL
Y NO SALÍ NUNCA MÁS”

apostolenfamilia

En la cárcel –cuenta– encontró ex-periencias de dolor, angustia y vul-nerabilidad. “Empecé a sentir poco apoco que ahí había un espacio don-de el aparato benefactor de la socie-dad estaba muy ausente y comencéa convocar a amistades –como Ma-ría Elena Riesco, fundamental– queempezaron a acompañarme”.

JORGE VELASCO CRUZ