En la Región Metropolitana, los lugares para practicar bowlingapenas llegan a la media docena, pero mantienen vivo este deporte como una actividad familiar llena de sana entretención. Para algunos puede ser un gran recuerdo de tardes familiares cuando eran niños o bien escenas imborrables de películas como “The Big Lebowski”. Ver la bola rodar hasta impactar los palitroques al final de la pista, derribarlos y cantar un “strike” es de aque-llos momentos inolvidables que no tienen por qué haber quedado en el pasado. EnSantiago todavía es posible jugar al bowling, un deporte de salón que cualquiera puede practicar y hacer rodar la bola. Ideal para entretenerse en días de lluvia y frío.

JORGE VELASCO C.